



17 al 24 de julio de 2007 en el FIBart07. Playa de Voramar en Benicássim, Castellón.
Una representación de los hábitos de consumo del municipio de Benicassim durante el festival de música independiente.
Objetivo
Durante una semana, basurama desvió los residuos del municipio costero de Benicassim para mostrar el reflejo de la actividad humana en este lugar de veraneo.
La basura del festival fue retenida en una papelera gigante varada en la playa. Allí los bañistas, vecinos y asistentes al festival, podían arrojar su basura para exponerla públicamente de manera que basura de distintas procedencias se mezclaran en un mismo recipiente.
Analizando las diferentes capas de residuos, era posible observar la evolución temporal y los eventos que estaban teniendo lugar en el municipio aquellos días
Estratografía basurológica
Una escalera permitía el acceso a la parte superior de la instalación, desde donde se podía 'arrojar la basura', que por gravedad se acumulaba en la parte inferior de la 'probeta', y de paso, divisar la espléndida vista de la playa.
La papelera gigante instalada en la Playa de Voramar mostraba en sus estratos superpuestos los diferentes tipos de basura que se generan cada día en la ciudad. En las capas diurnas podíamos encontrar fundamentalmente periódicos del día, en castellano y valenciano, colchonetas de playa de colores, sombrillas, botes de crema protectora de alta protección, refrescos....
Sobre la capa diurna de residuos y de apariencia completamente diferente, otra capa nocturna compuesta mayoritariamente por vasos transparentes, una gran cantidad de malolientes colillas de cigarro, platos de plástico desechables, cubertería de plástico...
Llama la atención la presencia en todos los vasos del logotipo del festival y los logotipos de la marcas de bebidas oficiales, que eran las únicas que se podían consumir en el interior del recinto
Los residuos nocturnos, procedentes del recinto del festival, eran recogidos a diario cuando terminaban los conciertos, sobre las 6 de la mañana. Cuando finalizaban los conciertos en el Gran escenario Verde, la organización invitaba al público a desalojar la platea. Y allí quedaba la gran alfombra de plástico. Vasos, platos, filtros de tabaco, más vasos. Vasos de medio litro, vasos pequeños, vasos rojos de Coca Cola y vasos verdes de cerveza Heineken.
Sobre las seis de la mañana, un camión descargaba decenas de jóvenes enfudados en un chaleco fosforescente que acometían la tarea de agrupar la basura, que tapizaba por completo el espacio situado delante del escenario principal.
Unos 30 jóvenes ataviados con chaleco reflectante descendían de un camión.

Tamy